miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tasando el sufrimiento de las víctimas: ¿Cuál vale más?

Horrorizado ante el ciclo de mascares perpetuadas por las FARC la semana pasada, en las cuales murieron (¡algunos incinerados y luego rematados a quemarropa!) más de 30 personas, entre miembros de la Fuerza Pública y civiles, no pude contener mi indignación al verificar que ninguno de los portales de las ONG’s “pro derechos humanos” denunciara el hecho. Ni el “Colectivo Alvear Restrepo” ni el “Codhes”, ni la “Corporación Nuevo Arco-Iris”, Movice o Amnistía Internacional, por citar solo algunas de las corporaciones que fungen entre los principales defensores de derechos humanos en Colombia, pronunciaron un acento sobre el tema. Hice la tarea de revisar, caso por caso, más de 15 portales cibernéticos de estas reconocidas ONG’s y ni una sola denunció, o siquiera mencionó el hecho.

Para empezar, me parece una absoluta falta de respeto con las víctimas y de coherencia consigo mismas, que organizaciones constituidas para defender los derechos humanos denuncien algunas masacres y otras no. ¿Qué masacre no merece ser denunciada? Así hayan sido las FARC los perpetuadores de los asesinatos cometidos la semana pasada,  ¿cómo es que tan activas y diligentes entidades y otras similares (organizaciones constituidas –insisto- para defender los derechos humanos) no los denuncian? ¿El dolor de una viuda hecha por las FARC merece menos atención que el dolor de un huérfano hecho por un paramilitar? ¿Por qué?

En segundo lugar, el silencio de estas organizaciones ante hechos semejantes pone en entredicho su verdadero y objetivo compromiso con la defensa de los derechos humanos y de las víctimas, sean quienes sean, y permite evidenciar que en su entraña existe un claro sesgo ideológico, una agenda política propia que les impide conmoverse ante el sufrimiento de algunos sectores de la sociedad, que también han sido cruelmente castigados por el conflicto.

Los hechos anteriores, más allá de causarme una momentánea indignación, me llevaron a una preocupante pregunta, ¿en manos de quienes está la defensa de los derechos humanos en Colombia? Semejante tema, que es vital para nuestra sociedad, no puede ser el monopolio de unas cuantas organizaciones que no sólo tienen su agenda política (casi partidista) sino que ignoran deliberadamente el sufrimiento de lo que probablemente sea más  del 50% de las víctimas: ¡las víctimas de la violencia guerrillera por Dios!

El sufrimiento de los colombianos desgarrados por el conflicto armado no puede ser el capital político de nadie. La defensa de los derechos humanos no puede ser un tema ni de derecha ni de izquierda. Cualquier Partido político decente tiene que defender los derechos humanos, no es una opción, es un mandato constitucional, es un acuerdo sobre lo fundamental al que ya llegó la sociedad colombiana. Hacer de los derechos humanos un tema de “izquierda” es peligrosísimo, es romper con un acuerdo al que ya habíamos llegado y permitir que mientras se escucha y se atiende el dolor de algunos, se desprecie e ignore el de otros. 

1 comentario:

  1. Al pan, pan y al vino, vino. Así es. En manos de quién está la defensa de los derechos humanos en Colombia? Más claro e implícito no puede estar.
    ONG. El verdadero significado de sus subliminales siglas es: Obstaculizan Nuestro Gobierno

    ResponderEliminar